viernes, 23 de octubre de 2009

¿Cuántas horas tiene tu día?

"Cuando me levanto temprano a la mañana me cebo unos mates y riego las plantas..."

Ah, sí, doña, vea: cuando me levanto temprano a la mañana, me voy a correr. Cuando vuelvo, mientras me ducho, el criaturo se levanta y pone la pava para tomar mate.

Unas tostadas con queso blanco y mermelada dietética y un jugo de naranjas completan el desayuno.

Una vez listos, partimos hacia un nuevo día; el mío, de trabajo, el criaturo parte en tren al conservatorio.

En el trabajo, ay, como todos los días, me esperan nuevas tareas y un jefe que es un sol: cada día es un nuevo desafío.

Enfrento cada tarea con una sonrisa, y a media mañana me tomo un Actimel.




Llegado el mediodía (ay, esa pancita, que pide algo rico, riquísimo, para el almuerzo...) me voy preparando para irme a casa: me espera un almuerzo rico en proteínas y bajo en hidratos de carbono: tres veces por semana, pescado; dos veces por semana, carne, alguna vez cometo una picardía y puede ser que coma pastas, si no, ensaladas. Todo bien regadito con agua mineral. De postre: una fruta de estación.

Durante el día, entre el gimnasio, el té con alguna amiga, algunas veces el cine, la verdad, no me queda mucho tiempo para amargarme. La vida es bella, señora, y si usted piensa lo contrario, es que le falta una buena dosis de... Pilates.

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Cuando me levanto temprano a la mañana, apenas con el tiempo justo para tomar dos mates y vestirme (el peinado es cada vez más "decontracteé"), con suerte no me llevo al gato en lugar de la cartera y, con suerte también, las dos medias corresponden al mismo par.

Mi jefe no es más que... mi jefe.

Hago el trabajo de tres personas por el salario de media; y cuando llega el mediodía, de casualidad no pienso en comerme un buey asado (entero).
Cuando llego a mi casa (no, hoy no tuve que ir al súper...), cargo un lavarropas, cuelgo la ropa que me quedó de ayer, barro, paso el trapo de piso, apoyo el trasero en la silla frente a la computadora... y sigo trabajando.

A veces, una siesta, porque hay que seguir: la cena va a ser tarde, criaturo mayor llega a cualquier hora y no me dan ganas de hacer dos turnos de comida. Podría comer solo, sí, pero entonces ni nos vemos.

Qué distinta es la vida real de la publicidad, ¿no?
La idea de la energía que no se termina nunca, el estereotipo de la mina-que-hace-de-todo-con-mucho-placer, la verdad, me harta. Parece que no tuviéramos derecho a sentirnos cansadas: siempre tenemos que poder, tener ganas de (completar como más te guste: jugar con los chicos, hacer el amor, ir al gimnasio, trabajar, limpiar...)... todo con una cara de felicidad que no se parece en nada a la mía cuando tengo que hacer tantas cosas.

Decí que la vida sí es bella, que si no, no me levanto más. Lo único que le faltaba, con el quilombo que es, es que fuera espantosa.

¿Cuántas horas tiene tu día?

18 comentarios:

La candorosa dijo...

Sepamos diferenciar, amiga!!!

Por un lado estarán las damas que no nos contarán su día con un "vea doña", sino con un coqueto "¡¡Ay gordi, mi día es de terraaarrrrr!!"

¿La diferencias? Muchas.

Están las que tienen que llevar varios hijos a la escuela antes de hacer a todo raje las cosas de la casa para salir volando en "transporte público" hacia un trabajo agotador y mal remunerado...

Mientras que otras solo tienen que pensar que ponerse para ir a un "evento" a media tarde junto a un par de amigas, mientras viven tranquilas gracias a las ganancias de sus maridos...

¿Está mal alguna de estas realidades?... y ver que la dignidad de muchas mujeres está sujeta a una "cuestión de dinero" es triste.
De todos modos, todas tenemos que pasar por lo nuestro.

Le cuento que no soy ni una ni la otra de mis ejemplos, pero ¡¡necesito días de 48 horas!!jjjaaaa

Excelente post, doña!!!

Besotes y candores!!

PD: disculpe la extensión!!!

Milenius dijo...

Candorosa: ¿como que debería haber más equilibrio, verdad?

Cada una debería tener un poquito de lo que tiene la otra. Pero, desgraciadamente, es el dinero (o la falta de él) el que marca cuál es la realidad de cada una.

¿Días de 48 horas? Me anoto: el tiempo nunca alcanza...

¡Besos y gracias!


No se disculpe por nada, habráse visto... Justo acá, venir a disculparse por la extensión... ¿se olvidó que se trata de un blog creado por mujeres?

Anónimo dijo...

pues me permito opinar q un dia de 48 hrs no me seria suficiente.
despues de todas las labores cotidianas ad+ hay q hacer timpo para el cuidado personal y cuidar a una niña de 3 años ad+ requiere de tiempo extra aunq si hay quienes requieren mucho mas de lo q yo requiero pero bueno el dia como sea solo 24 hr tiene

Milenius dijo...

Bela: una criaturita de esa edad se lleva no solo todo nuestro tiempo sino también nuestra energía. Decí que así como nos la quitan, los hijos saben cómo hacer para cargarnos las baterías nuevamente (y todo para volver a empezar). Como sea, creo que todas las mujeres necesitamos unas 48 horas por día (¡¡u olvidarnos de la omnipotencia!!). Un beso y bienvenida por estos pagos, ¡esperamos que vuelvas!

Gla dijo...

Con lo linda que es la noche para reencontrarse en familia o dormir a pata suelta...para qué la quieren estirar???? El tema es tratar de que alcance, si fueran 48 hs seguramente tampoco alcanzarían...

Milenius dijo...

Gla: Ante todo, bienvenida por estos pagos también.

Tenés toda la razón, si fueran de 48 horas ahí andaríamos corriendo como locas igual...

Será cuestión de tranquilizarse y, como dije antes, ni soñar con la omnipotencia.

Un beso grande.

Mariela Torres dijo...

¿Conocen el juego de los Sims? Yo lo conocí por mi hijastra menor. Uno tiene que manejar muñequitos como si fueran personas de la vida real. Sí, es aburrido como la vida real, pero descubrí una cosa: que los sims que salen a trabajar, no se pueden hacer cargo de la casa, y los que se hacen cargo de la casa no tienen tiempo para salir a trabajar. Creo que alguna verdad tiene ese juego, no se puede hacer todo, sin estar estresado, cansado y malhumorado.

Saludos.

Milenius dijo...

Mariela: jajajjaa, tenés razón... es que si hubieran diseñado el juego igualito que en la vida real, los sistemas operativos habrían explotado.
En lenguaje humano ¡eso se llama estrés! Solo que parece que nosostras podemos aguantar mucho más que un sistema operativo.
Ya lo dije yo, hay que dejar de creerse omnipotentes.

besos y gracias por pasar

Anónimo dijo...

Mi dia arranca muy temprano, cerca de las 6 y media y tres veces por semana, arranco por el gimnasio, no por placer sino por aquello de curarse en salud. Cada mañana es la misma historia, hoy no voy porque hace frio/calor/llueve/no llueve/hayhumedad/nohayhumedad/estoy cansada...hasta que me dejo de excusas y voy, y hago lo que hay que hacer, y de ahi al trabajo. Que es un embole pero es lo que hay, a veces hay trabajo, otras no hay nada que hacer y el tiempo no pasa y desespero, y espero que sean las seis y media para salir, y vuelvo a casa, y ahi arranca mi dia verdadero... si salgo con mi pareja, si me quedo en casa, si veo a alguna amiga... por suerte ya no cocino, y mis hijos lo hacen mejor que yo, y tampoco lavo platos, y si me acuerdo paso la aspiradora, y cada uno pone su ropa en el lavarropa y nadie plancha.
y desespero cuando deseo que llegue el viernes, porque siento que se me va la vida, pero es así.
Me gustaría invertir las horas, y que las de trabajo sean las mias y viceversa.
Pero no se puede, ya se.

un beso

Milenius dijo...

Hola, Ana: ojalá tuviera una respuesta para esto que planteás. Es bien complicado lo que decís, sí...

Yo trabajo de lo que me gusta, pero aún así en estos días siento que las cosas no son como yo hubiera querido, que son demasiadas horas, y que yo sigo quedando relegada, de alguna manera. Por ahí idealicé demasiado, no sé...

Creo que a cada uno le toca lo suyo.
Otro tema es si estamos conformes o no, y por qué. Vaya uno a saber por qué somos tan complejos.

Un beso grande y gracias por pasar.

Abrujandra dijo...

Mile, aplausos, me reí mucho con tu entrada.
Mirá, me gustaría que mis días tuvieran muchas más horas, no sé decirte bien cuántas, supongo que deberá ser según el humor y las ganas.
Pasa que calculo todas las cosas que quiero hacer y los años que, supongo, viviré no me alcanzarán...tener muchas plantas, hacer muchos dulces, leer muchos libros, hacer muchos cuadros, coser las cortinas, pintar la casa de distintos colores todos los años, escribir, y así...sinfín.
Besos madrugones.

Milenius dijo...

Mi querida Abrujandra, creo que a veces uno se ríe por no llorar.

Y me parece que para hacer algunas de esas cosas que decís, no solo más tiempo, sino también más plata hace falta, para lo cual hay que trabajar más, lo que nos quita tiempo, y así y así...

Besos de siesta tardía...

Anónimo dijo...

pero hay gente que sí tiene una vida relajada, sin hijos, con obligaciones más sencillas, etc., o sin ellas

y esa gente también tiene problemas, los problemas parecen siempre por donde pueden, de un modo u otro

Milenius dijo...

Amor y libertad: ¿Cómo dice que le va?
Yo me limité a contar las corridas que yo tengo. Sí, indudablemente, hay gente que "parece" llevar una vida relajada. No sé si hay obligaciones más sencillas, ¡el simple hecho de estar vivos ya es una cuestión bastante compleja!

Cada uno con lo suyo, como decíamos más arriba.

¡Un beso!

laura dijo...

venia a decir que no encajo mucho en este posteo porq no estoy casada ni tengo chicos, aunq pensandolo bien tengo uno grande q es mi pareja.

pero mentiria diciendo que me complica la vida pq ya me "ocupé" en estos años de su reeducación insistiendo tanto hasta q al final entendio que la casa no es "mi" obligacion sino "nuestra".

y la verdad soy afortunada pq compartimos, se rebanca como yo volver del laburo y ordenar o lavar platos o lo que le toque (si, negociamos y dividimos tareas)

pero me fui por las ramas, quería decir que yo entraría dentro de la division que hizo "amor y libertad", mi vida es sencilla con obligaciones sencillas...pero de verdad, tengo problemas como cualquier otro porque los problemas no distinguen ni conocen de vidas sencillas, arremeten igual

te dejo besos

Milenius dijo...

Hola, Laura: y sí, cada uno tiene lo suyo (estoy un poquito reiterativa, ya lo sé).
Lo mío es distinto porque no tengo pareja "cama adentro", hace años que me ocupo sola de la casa y los chicos, que ya están grandes, y empezaron a hacer la suya hace rato; pero igualmente a veces siento que las horas no alcanzan para todo lo que quiero hacer. Y, la verdad hay que decirla, más que el tiempo, lo que no alcanza es la guita... Pero bueno, todo tiene su encanto, no reniego de tener que trabajar mucho, simplemente me gustaría estar más tranquila, ganar un poco más para no correr tanto...

¡Un beso!

Cris dijo...

:O

Allí también llegó el Actimel???

Milenius dijo...

Uy, sí, Cris. Llegó e hizo furor.

Besos